¡eBooks analógicos!

Informático de vocación, me encanta crear contenidos y los ordenadores son el lienzo perfecto para mí. Autodidacta ya mucho antes de estudiar la carrera, nunca dejaré de aprender. Programador en un puñado de lenguajes, administrador de sistemas y loco del hardware. Esta misma página web corre en un servidor configurado desde cero, y se ha programado usando solo HTML y un poco de CSS. Mucha gente me pregunta por qué no uso GitHub, la respuesta es sencilla: ¿no sería mucho más divertido montarte tu propio sistema a la antigua usanza?

El hogar de mis proyectos, al menos de los que están bien ordenados ;)

'Delayed' es una de mis últimas locuras, una especie de red social con piel de videojuego. Recordando a los magníficos diálogos de la saga 'Persona', pensé en lo interesante que sería que la gente pudiese compartir sus historias e inquietudes de un modo anónimo y efímero.

¿Y qué lugar mejor que un aeropuerto, donde conocer gente interesante a la que probablemente no veas nunca más? Ésta es la idea: paseas por la terminal mientras esperas a que salga tu vuelo (que han retrasado). Te encuentras con gente que está en tu misma situación, hablas con ella e incluso puedes responder a sus preguntas. Todo a la vez que categorizas los textos en función de los estados de ánimo (ayudado por colores).

Claro, montar un servidor en la nube es sencillo; crear un backend en Django, con su API, también lo es. Incluso se podría considerar sencillo crear el juego web, con sus escenarios, gente anónima pululando por los pasillos, una interfaz que recuerde a los JRPG, caras generadas artificialmente... Pero lo difícil de verdad es conseguir plasmar (y hacer que llegue a la gente) una idea que tan pronto te parece brillante como la más estúpida que has tenido en tu vida. En la actualidad, el desarrollo está pausado, a la espera de que la inspiración me golpee de nuevo.

Una charla casual con un viajero aleatorio...

Una persona con algo que contar

Probando el API

Administración web de todo el backend

Durante "la gran crisis de los escape rooms de 2020" (como me gusta llamarla), surgieron innumerables escape rooms virtuales en internet, la inmensa mayoría de una calidad más que cuestionable. Me planteé crear algo que intentase llevar a la pantalla una experiencia más cercana a un juego real.

Nada de puzles en formularios web, nada de clones de 'Myst'. Quería algo dinámico, con cierto caos, y que se pudiese jugar sin necesidad de instalar nada. Con Unity, WebGL y un servidor Linux en la nube, monté una prueba de concepto con chat de voz para que varios jugadores pudiesen simular el caos de un escape room en su ordenador. Más adelante, incluso empecé a rediseñarlo como una plataforma que permitiera a terceros crear sus propios juegos con facilidad.

Varios jugadores resolviendo el escenario

'La Biblia de los Caídos' es una saga de libros muy popular de fantasía juvenil, así que, cuando el autor nos propuso (a un amigo modelador y a mí) la idea de crear un minijuego usando RPG Maker, no tardé mucho en hacer una pequeña demo al estilo "Alone in the Dark" para convencerlo de hacer algo más.

Trabajamos duro durante meses, buscando una estética peculiar, un juego que funcionase en casi cualquier teléfono. Ahí desarrollé SCUPA (Script Creation Utility for Plata Adventures), un sistema que nos ayudaba a diseñar las escenas, montar las cámaras, dar forma a los eventos, las secuencias de los diálogos, etc. Lamentablemente, el proyecto no tuvo la aceptación esperada por parte del público, así que quedó sin terminar.

Tráiler del juego

Sistema creación de eventos (SCUPA)

Un ejemplo de como añadir una nueva escena de diálogos

Para el ocio, la educación, la medicina... Las gafas de realidad virtual y aumentada abren un mundo enorme de posibilidades. Siempre me han atraído los modelos autónomos, estar sentado e interacturar con mandos nunca será equiparable a desplazarte y usar tu propio cuerpo. Si además le añadimos el componente multiusuario, el potencial se dispara aún más. Siempre que saco tiempo, me gusta probar nuevas ideas e integraciones: reconocimiento de imágenes y objetos, detección de gestos y seguimiento de las manos, interacción con objetos del mundo real...

Algunas de las gafas con las que programo

Probando un mapa de 'Silent Hill 2' en unas Oculus Quest

Si nos remontamos más en el tiempo, nunca terminan de aparecer juegos en DIV o DarkBasic sin publicar, demos tanto para sistemas clásicos como modernos y un sinfín de curiosidades. Desde ensamblador de 8 bits, pasando por C y C++ en consolas y ordenadores clásicos, sin olvidar el mundo móvil o las consolas de código abierto.

'Robots': un juego de puzles para móviles

Prueba de concepto de 'Robots' para Sega Megadrive

Editor gráfico en ASM 6502

Algunas de las placas que rondan por los cajones

Desde que de muy pequeño desmonté una "maquinita" y vi esa placa de circuto integrado, me enamoré de ellas. Vale que luego llegarían los ordenadores, pero las "monoplacas" siempre me han fascinado. Lo que no pude disfrutar de crío lo he hecho años más tarde gracias a Arduino, Raspberry Pi y otros tantos. Vivimos tiempos mágicos para los fans de la robótica, entre los cuales me incluyo. Mecanismos para juegos, pequeñas videoconsolas caseras o hasta la controladora de la calefacción de casa. Nunca falta alguna placa de desarrollo cerca de mí.

Panel Obegränsad de IKEA hackeado con un ESP32

Como ya sospecharás viendo esta página, la informática retro tiene un lugar especial en mi corazón. Mi primer ordenador fué un 8088 monocromo, de fósforo verde y sin disco duro; desde entonces, una de mis grandes pasiones es ver cómo funcionan por dentro esas cajas misteriosas que tanto nos ofrecen. En mis ratos libres, disfruto restaurando tanto ordenadores como consolas, buscándoles nuevas piezas y luego trasteando con ellos. Creo que vivimos en una época maravillosa, en la cual podemos dar de nuevo vida a auténticas obras de ingeniería, incluso consultar la antigua documentación con la cual se programaban los videojuegos hace más de 30 años. Nunca ha sido tan fácil acceder a toda esa información y hardware... ¿sería tonto desaprovecharlo, no?

Navegando en un 8088 desde el puerto serie

Conectando un AppleII a unidades en red

Ampliando el 2133 hasta nuevos límites

Hay que soldar mucho para montar un Gigatron... en contreto, todo un fin de semana

Dos becas, dos grandes empresas, dos mundos diferentes

Mis prácticas de empresa en la carrera fueron en HP. Una beca de las de toda la vida: una oficina grande, tareas rutinarias y máquina de café. ¿Aprendes mucho? Bueno, mejoras tu Excel y ves de primera mano cómo trabaja la gente en una gran empresa.

Las siguientes fueron en la competencia, pero ya había tenido suficiente trabajo "de oficina", así que, para contrastar, entré en el Centro de Referencia Linux IBM (en la propia Universidad Autónoma). Si estás pensando en un laboratorio con un puñado de frikis haciendo cosas oscuras... pues has dado en el clavo. Allí, aprendí amplié casi todo lo que sé actualmente de GNU/Linux. Desarrollamos algunos conceptos curiosos, como un sistema de pedidos y pago con la tarjeta de empleado implantado en IBM, lo cual nos dio el premio de innovación de ese año dentro de la empresa.

Developers, developers, developers...

Dentro aún de la Universidad Autónoma, trabajé como jefe técnico de desarrollo de Fundagest, un sistema de gestión para la fundación de la universidad. Formularios, bases de datos y mucho software libre.

Un par de años más tarde, me lancé a Rastertech, una pequeña empresa que desarrollaba software para la conservación de carreteras. Un estupendo trabajo como desarrollador de sistemas GIS y móviles (de la época, con Windows Mobile). Allí aprendí muchísimo de mi jefe de proyecto, uno de los mejores desarrolladores que he conocido.

Explotación de sistemas logísticos

Volví, incauto de mí, al mundo de las grandes empresas como técnico de soporte de nivel 3 en sistemas logísticos (AS/400, nada muy fascinante) en el grupo Oxylane. Un buen trabajo, estable, sencillo, con un sueldo adecuado... pero tremendamente aburrido. Menos mal que pude meterme en un proyecto de innovación: colocamos un arduino, en la época en que nadie los conocía, en una bicicleta estática para que publicase las estadísticas y terminamos en el showroom internacional de la empresa con una demo en la que dos bicicletas podían competir, mientras una gran pantalla mostraba un recorrido virtual desde Google Earth. Ahí me di cuenta de que si quería ser creativo, necesitaba saltar a una startup.

NFC y otros sueños desde una startup

Y así di por fin el salto a una empresa muy pequeña, con un sueldo inestable, en un mercado al que no sabíamos si podríamos llegar. En MS4B luchamos durante años por llevar la tecnología NFC (años antes de que se pensase siquiera en cosas como Apple Pay) al transporte, la cerradura de tu casa... Pero el mercado no siempre va con las buenas ideas, así que, con el tiempo, tuvimos que reenfocarnos al desarrollo de aplicaciones a medida para empresas y a la securización y gestión remota de dispositivos (sistemas MDM). Dentro de ese mundo, implanté la infraestructura (primero en bare metal y después en la nube) de todos los servidores, además de llevar la parte de desarrollo específico.

¿Qué me quedaba por probar? Montar nuestra empresa (esta etapa laboral fue junto a mi pareja). Motivados por el auge de los escape rooms, nos lanzamos a montar un local/taller donde dar forma a nuestras ideas de ocio y formación. Tuvimos una gran puntería, pues al poco de empezar llegó la Covid y nos paró a todos en seco. Nos redirigimos con rapidez a la consultoría para salas de escape y a la creación de juegos, especialmente portátiles. Así, dimos vida a "El golpe" (actualmente se puede jugar en Madrid) y ayudamos a salas de escape con el diseño y desarrollo de sus juegos, sobre todo con puzles de electrónica, programación e impresión 3D.

Prop de juego electromecánico